jueves, 28 de enero de 2010

PEÑA ORIHUELA (633 m.)


LA LEJA MILLAMON

Día: 24/01/2010
Participantes: Vicente, Susi, Antonio, Yolanda y José Ramón.

Ruta:
Dejamos los coches en el Santuario de Nuestra Sra. del Pilar. Salimos por el PRV59 y llegamos a la cumbre de La Leja Millamon, también conocida como Peña Orihuela, de 633 m. altura. Desde ella pudimos disfrutar de una vista impresionante hasta el Mediterráneo, el embalse de la Pedrera, las salinas de Torrevieja y La Mata, Elche, Crevillente, Torrevieja, la sierra de Callosa justo enfrente, el palmeral y la ciudad de Orihuela. Iniciamos la ruta subiendo por una senda entre pinos bastante bonita, pasando por alguna mina de hierro del tiempo de los romanos, y una vez llegado a la cumbre empezamos una serie de bajadas y subidas hasta llegar al punto geodésico. Allì salió el Sol y pudimos comer tranquilamente con vistas a Orihuela en un maravilloso día.
El descenso lo hacemos ya sin sol, pero con un tiempo muy bueno por el mismo sitio de subida hasta llegar a la variante III, que nos lleva por un descenso nuevamente entre pinos hasta las primeras balsas de riego de toda la vega de limoneros y naranjos. A continuación, llegamos a un camino y por él hasta el coche.

miércoles, 27 de enero de 2010

FELIZ CUMPLEAÑOS Y BIENVENIDA JUBILACIÓN


HOMENAJE A NUESTRO GUÍA

Participantes: Susi, Vicente, Yolanda, Jose Ramón, Jorge, Tere, Pepe, Antonio, Julián y Lourdes.
Día: 23/01/2010

Como no sólo de montes vive el hombre en la noche del sábado la “Peña de la Petaca” se reunió alrededor de una mesa para celebrar el 61 años de nuestro guía, Vicente Pérez, que por cierto acaba de jubilarse. A partir de ahora va a tener todo el tiempo del mundo para mirar todo tipo de rutas y enseñárnoslas al resto. La velada resultó como siempre muy agradable y hubo tiempo para recordar las andanzas de las últimas salidas.

Como regalo de cumpleaños una poesía de Gloria Fuertes titulada: Lamento en la montaña

Aún te veo, río de mi vida,
con los ojos que miran las montañas.
Yo era una montaña con almendros montaña solitaria. Y viniste alegre con tu canto
y me besaste toda con tu agua.
Me dejaste inquietud para la noche
y el alma enamorada.
Aún te veo, río de mi vida,
en la curva lejana,
te vas cantando más entre los chopos,
te vas cantando más que en tu llegada.
Y yo,
paralítica montaña;
inmóvil te recuerdo,
enferma de volcanes, alocada,
espero tu regreso, río loco, que pasaste besando
mi cuerpo de montaña.
Tuviste que seguir tu destino de río,
y yo el mío triste de tierra amontonada.
Me dice el viento que vas al mar,
Te sigo río mío, con los ojos, Te sigo río mío con los ojos,
ya que no puedo seguirte con las plantas.
Soñé... te quedarías a mi lado,
como un lago sin cisnes,
para siempre,
acunando mi ansia.
Qué locura más loca
enamorarse de un río, una montaña!

LA BLASCA (1.120)







CON NUBES DE CAMBIO
Día: 23/01/2010
Participantes: Vicente, Patro, Julián y Lourdes.
Tiempo: 6 horas y media.

Ruta:
La ruta comienza en Biar, más concretamente en el área recreativa que existe a lado del santuario de Nuestra Señora de Gracia. Casi a oscuras, hemos madrugado mucho, comenzamos a andar por el camino asfaltado que conduce hasta Bañeres por el fondo de la rambla de los Molinos. A los diez minutos tomamos a la izquierda una senda que asciende hasta el Aula de la Naturaleza de la Cova Negra, tomando la cuesta que alcanza en pocos minutos la antigua senda forestal que sigue la curva de nivel hasta llegar al paraje de la Cova Negra, donde hacemos la primera parada y realizamos numerosas fotos. Hay que desviarse unos 200 metros para acceder a ella. Una vez en la senda de nuevo, seguimos la cuerda de la Sierra de Fontanella, de donde podemos ver a la izquierda la Sierra de Benejama cubierta de nubes y, a la derecha, el pinar de Camús. Siguiendo la orientación norte atravesamos una zona de pinada hasta llegar a una masía llamada Casa del Altet. De ahí descendemos por unos cultivos hasta el Pou del Altet. Atravesamos varios pinares siguiendo siempre las marcas blancas y amarillas hasta que vemos a lo lejos la cima de La Blasca. Giramos hacia la izquierda y subimos al collado de la sierra por donde caminamos por una senda hasta la citada montaña que nos recibe con nubes. Llegamos al vértice geodésico de 1120 m. la vista es espectacular y muy amplia, por el Este: vemos el Montcabrer, la Serrella, Aitana, el Menetjador, la serra d’Onil con el Reconco, al Sur los valle del Vinalopó, Caudete, al Oeste los 100.000 paneles solares de la central fotovoltaica de Beneixama, el Mugrón y al Norte El Benicadell, la Serra Grossa y el Caroig. Nos resguardamos del viento y comemos con una vistas impresionantes.
El regreso lo hacemos de frente siguiendo una pequeña senda que baja de forma rápida y sin apenas dificultades. Tras unos metros de campo a través llegamos a un camino que nos lleva a encontrarnos con el camino que va de Biar a el Pou de la Neu o hacia Onil. Seguimos en dirección al Reconco y pasamos por la Font de Xorro y el Albergue de los Maristas. Dejamos al lado el trazado del jardín botánico para seguir por un camino hasta la Font de Soriano, llega de agua. Unos metros más adelante llegamos a la carretera que baja del Reconco. Tras andar unos pocos metros sobre ella la abandonamos por la derecha para coger la PR-CV 55 que nos lleva por una senda estrecha hasta el Santuario de la Mare de Déu de Gracia con Biar y su bonito castillo al frente.

miércoles, 20 de enero de 2010

EL HUERTO DE LOS FRAILES







LA SERRELLA (1.359 m.)- EL PLA DE LA CASA (1.379 m.)

Día: 16/01/2010

Participantes: Vicente, Julián y Lourdes.

Tiempo: 5 horas y media.

Ruta:

La ruta comienza en Quatretondeta. A la salida del pueblo hay un camino asfaltado que nos conduce hasta el depósito de agua, donde dejamos el coche, nos calzamos y como siempre empezamos a subir, divisando “Els frares”. Vamos por el sendero señalado con rayas blancas y amarillas (PRV -24)atravesando huertos de almendros y olivos, que con las últimas nevadas y vientos huracanados están destrozados muchos de ellos. Las ramas más grandes aparecen por el suelo. Pasamos por “La carrasca de la tía Sofía”, preciosa, y seguimos por el citado sendero hasta la fuente del Espinal o dels Frares, con su árbol seco y retorcido. A partir de aquí el camino se empina. Entramos en una zona de pinos que también son víctimas de los últimos vientos y de las nevadas. Muchos de ellos están arrancados de cuajo, otros, con las ramas rotas… Una imagen desoladora para el que ama la naturaleza. Después de pocos minutos, tras atravesar un cartel sobre la flora de la Serrella, abandonamos las señales blancas y amarillas y nos desviamos hacia la derecha por un camino pedregoso, pero bien marcado por caminantes anteriores, que nos lleva hacia Els Frares. En un momento dado el sendero gira hacia la izquierda y sube atravesando una oquedad en la roca. Casi sin darte cuenta nos situamos en medio de unas moles verticales de piedra. El paraje es precioso. Un auténtico tesoro natural donde destacan las "agulles o frares", que son un conjunto de monolitos pétreos erosionados por el viento a lo largo del tiempo y que adoptan formas caprichosas que parecen moldeados por el hombre, porque parecen monjes (de ahí frares), los encapuchados de las procesiones de semana santa o rapa nuis de la isla de Pascua. Hay un hueco formado por varias de estas agujas, inaccesible, denominado "El huerto de los frailes".

Después de sacar muchas fotos, siguiendo por la senda, y tras realizar una subida bastante exigente, llegamos a un camino que nos conduce con barandillas al Alto de la Serrella, también conocido como El Recingle Alt. Todavía hay restos de nieve y los pinos que tenemos alrededor también han sufrido la ira del temporal.

Las vistas desde aquí son maravillosas a la sierra de Bernia, a Aitana, al Montcabrer, a la Almudaina, la Safor, …Hasta casi Valencia se observa desde el alto (1.359m.) . En él hay una cabaña en la que puedes entrar un día de frío a comer, pero nosotros a su resguardo y rodeados de este espectacular paisaje recuperamos fuerzas. Casualmente nos tropezamos con el grupo de montañeros que vemos todas las mañanas de los sábados cuando quedamos en casa de Vicente a las 7 horas, pero ellos se van a comer al lado del depósito donde se han quedado esperando unos cuantos. Qué pequeño es el mundo.

Reemprendemos la marcha bajando por las barandillas y vamos por un camino ancho hacia el depósito, que está en el cruce del PRV 23 ( de Benasau a Quatretondeta) y desde allí nos dirigimos hacia la izquierda. Saludando al grupo anterior de senderistas, que todavía no han acabado de avituallarse, seguimos encontrándonos pequeños neveros por el sendero, vemos al fondo el Pla de la Casa y calculando que nos llega el tiempo nos decidimos a subir.

Llegados al Collado Borrell, en vez de subir rectos, damos toda la vuelta al Pla de la Casa por su base y atacamos la subida desde su cara Este. En poco tiempo estamos en la cava disfrutando de unas vistas impresionantes y desde allí a la cima es un paseíllo. Está un día clarísimo y se divisa el Montgó y las Sierras que rodean el Valle de Laguar, sin dejar de ver todas las sierras anteriores. Tras tocar la cruz de la cima bajamos por la cara Sur hasta el Collado Borrell y desde allí vamos a la Font Roja o del Cirer y al Passet ( estrecho que hacen unas rocas en mitad del camino), la fuente del Espinal y hasta el depósito donde tenemos el coche. La jornada ha merecido la pena.