En el corazón de la montaña alicantina destaca también esta sierra vinculada a la vieja población morisca de la zona que se llama Alfaro. Erauna sierra que hace años queríamos subir. Existe muy poca información y la senda no está marcada, pero gracias al mapa que os adjuntola aventura de subir a una nueva cima nos salió perfecta. Si llegas por Benimasot, pasas el cruce de Tollos y entras en el primer camino que hay a mano izquierda. Enseguida te encuentras con una casa rural con un jardín adornado con estatuas de hojalatas y un castillo. Ahí está el punto de salida, enfrente mismo sale una senda pisada, a mano derecha, que entre carrascas, almendros, flores….nos eleva un poco y luego gira hacia la izquierda,ascendiéndonos muy suavemente hasta la cima, en un cómodo zigzag.
Las vistas son impresionantes, las paredes de la Serrella y de la Aixorta parece que las tienes encima, se ve el barranco de Benichembla con elCocoll en su lado derecho y el Cavall Verd en su izquierdo, Bernia, el Montgó, toda la cadena montañosa que protege el valle de la Gallinera, la Safor, el Benicadell, …Maravilloso y muy recomendable pues en apenas hora y media tienes unas vistas de pájaro fabulosas. Debajo nuestra se nota el cortado del barranco de Malafi.
El día esta claro, pero el calor aprieta, dudamos entre si intentar ir hacia Petracos y luego volver por todo el barranco, pero decidimos seguir la ruta marcada por nuestro amigo (darle las gracias) y la bajada que nos señala está indicada con hitos primero y una vez llegados a nuestro cauce del día, no puede faltarnos, descendemos por él hasta encontrar el camino. En poco tiempo vemos Els Corrals Nous de Tollos, que parecen en buen estado, con una huerta de cerezos y almendros maravillosa. Enseguida nos tropezamos con PRV 168 que lleva de Tollos a Castell de Castells, nosotros vamos en dirección a Tollos y entre hierba, flores de todas las variedades inimaginables, cerezos (todavía un poco verdes), almendros llegamos al coche.
EL AGUILON DEL LOCO, EL PICON DEL GUANTE Y EL RAYAL.
Día: 22/05/2010 Participantes: Monte, José Antonio, Rodolfo, Romualdo, Pascual, Pepe, Juanjo, Julián y Lourdes.
Cordillera de los Agrios, con tres montañas agudas y fieras: el Aguilón del Loco (1.956 m.), el Picón del Guante (1.931 m.) y el Rayal (1.834 m.). Finalmente, la sierra de Cazorla se desploma hacia el Puerto de Tíscar a lo largo de una impresionante ladera conocida como Pecho de las Ardillas, quizás por el color blanco de la caliza.
Ruta: Llegamos desde Elche por la autovía hacia Granada, giramos en la salida siguiente a la de Baza que señala Pozo Alcón. En el pueblo paramos para desayunar y desde allí vamos al santuario de Tíscar y seguimos dirección al puerto. A unos dos kilómetros, antes de una curva, hay con un camino y un panel, donde se pueden aparcar justo dos coches. Este es nuestro punto de partida. Empezamos subiendo por el Barranco de la Cañada de Tíscar. Hay un arroyo a nuestro lado izquierdo. Estamos rodeados de olivares y amapolas que hacen la ruta preciosa. Enseguida cambia el tipo de arbolado y aparecen los pinos laricios. Subimos en zigzag viendo la ladera de nuestra cordillera a la izquierda que brilla en el alto por la falta de arbolado, dándole un aspecto lunar. En vez de acceder a un pequeño valle optamos por girar hacia la izquierda ganando altura hasta lograr coronar el Aguilón del Loco o Villalta (1.956 metros). Desde aquí se puede ver las cimas del Cabañas, La Sagra y El Banderillas. Abajo, a nuestros pies, aparece el nacimiento del Gualdalquivir. Un verdadero paraíso. De aquí, tras reponer energías, tomamos la crestera de la Sierra de los Agrios y tras pasar por la Navilla Alta nos dirigimos al Picón del Guante. El camino cuenta con muchas piedras sueltas y hay que caminar despacio y con mucho cuidado. Con el abismo a mano derecha. No hay que olvidar que se trata de las llamadas las tres cumbres del abismo. Para hacer el Picón del Guante bajamos hasta un colladito y de ahí remontamos una pala de 45 grados de roca suelta. Así pues, a clavar bastones, rodillas y cabeza gacha para remontar otro centenar de metros. Un poco antes de la cima el espectáculo es impresionante: la roca caliza, agrietada, que se precipita hacia el abismo y que está enmarcada por el fulgor nevado de un horizonte dominado por Sierra Nevada. De ahí seguimos hacia el Picón del Rayal (1.834 metros ) final de la cordillera de los Agrios o Agreal. Después de una subida exigente, pero no muy larga, poco a poco nos acercamos a la cima con la compañía de un rebaño de ovejas a las que les asustamos un par de veces y les robamos la sombra. Al final hay que hacer una suave trepada y el punto geodésico nos espera. Allí comemos con las águilas dando vueltas por encima de nuestras cabezas y un montón de mosquitos queriendo compartir nuestra comida. Al fondo Sierra Nevada nos contempla. La bajada la hacemos por el Pecho de la Ardillas, hacia el puerto de Tìscar. El descenso es sencillo pero muy pesado ya que hay mucha piedra y un rebaño de cabras presenciando nuestro regreso.
Participantes: Vicente, José Ramón, Maribel, Jose Valero, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 5 horas y media.
NOTA HISTÓRICA.
Sobre las fértiles laderas de la Sierra del Penyo o del Cavall Verd, se asientan los tres pueblos del Valle; Campell, Fleix y Benimaurell, que apenas cuentan con novecientos habitantes. La historia de la Vall de Laguar o Al`Ahuar ( las cuevas), esta inexorablemente unida a su origen árabe y a los moriscos, que permanecen en estas tierras hasta el S. XVII. Cuando Felipe II da la orden de expulsión definitiva y ya están preparadas las naves en el puerto de Denia para transportarlos a Oran, los moriscos de Laguar, capitaneados por el Molinero Melini y por la Sanadora Ezme, se refugian en torno al mítico monte el Cavall Verd (según una vieja leyenda vendría un caballo verde a salvarles). En torno al monte llegan a refugiarse miles de moriscos de toda la comarca, finalmente acosados por los tercios de Nápoles, se rinden en la cima del monte, la masacre es terrible y el valle queda desierto. Años después, el Duque de Borja, propietario del Valle, otorga concesión de carta a 27 familias mallorquinas que repueblan el valle.
RUTA:
Benimaurell- Font dels Olbis- collado de Garga- Cavall Verd- Cauce- Ruta de subida hacia el Caval Verd- Prv-181- Font de Cambesot-Font del Penyo-Benimaurell.
Aparcamos el coche en el pueblo de Benimaurell y para arriba, en busca de la Font dels Olbis,. En poco más de diez minutos la sobrepasamos y vemos la bifurcación a mano derecha hacia el Barranco del Infierno. Seguimos por la carretera otros diez minutos más hasta encontrar una marca a la izquierda que nos lleva hasta el collado de Garga, con unas vistas impresionantes a la Serrella, al Cocoll, a la sierra de Alfaro… Desde allí tomamos rumbo a la izquierda, por la cresta de la sierra, primero entre pinos y después sin arbolado vamos avanzando hacia el Este, con vistas al Barranco del Infierno, al Montgó y con el pueblo de Benichembla a la derecha…. Hasta llegar al collado al pie del Cavall, donde las señales del PR nos llevan hacia abajo, a la izquierda, las desechamos yvamos a la derecha. Nos tropezamos con una pared, la cual parece difícil de subir, pero con unos hierros y unas cuerdas tiene un acceso muy fácil. Trepamos con la dificultad añadida de que en el grupo va un perro, pero Zorri es todo un escalador, y en apenas un cuarto de hora estamos en el alto contemplando los alrededores. El día nos permite ver hasta los contornos de Ibiza.
Aquí reponemos fuerzas y volvemos a bajar pero en vez de volver por la vía ferrata hacia la derecha nos desviamos a la izquierda hacia Murla. Nuestra primera intención es crestear hasta llegar a la cruz que hay encima del pueblo y a la ermita de San Sebastian y de allí volver al Valle de Laguar, pero como el hombre es el único que cae dos y tres veces en la misma piedra, nos parece ver una senda y decidimos atajar por allí. Bajando por un cauce de un torrente pequeño vamos perdiendo altura, en algún momento nos pinchamos más de lo que nos gustaría, pero al fin llegamos a un bancal de algarrobos y almendros y unas ruinas de una casa.
Aquí nace un sendero que tomamos en dirección hacia arriba y vemos el cauce que alguna vez hemos bajado, vamos poco a poco ascendiendo , sin señales, hasta que en una carretera volvemos a ver marcas blancas y amarillas y las tomamos en dirección al collado del Cavall. A continuació seguimos por la PR V-181 en dirección a Benimaurell y pasamos por la Fon de Cambesot y por la del Penyó antes de llegar a la meta.
Participantes: Julián y Lourdes. Día: 12/05/2010 Tiempo estimado: 6 horas y media.
RUTA: PRV 49 y GR Callosa d’Ensarria. Barranco Onaer. Bolulla. Font del Rondant. El Blanquinal. Collado del Castellet. Barranc de la Serra. Font del Teixos. Aixortá. Morro Blau. Barranc del Negre. Foia Roja. Barranc de les Pomeretes. Llometes de Bou. Barranc Fort. Callosa d’Ensarria. Aparcamos el coche en Callosa de Ensarria, delante del Instituto de Secundaria, y como siempre botas, mochila y para arriba. Un muchacho nos indica las marcas en un poste y aunque parezca raro comenzamos hacia abajo hasta llegar a una señal que indica el Barranco Onaer. Seguimos una carreterita, de vez en cuando preguntamos a algún agricultor si vamos bien a Bolulla y al rato vemos señales del PR 49. Nos giramos hacia la derecha, hay un hito que lo indica, y por un sendero llegamos hasta un barranco donde hay una pequeña cascada que este invierno daría gusto ver. Seguimos ya guiados por marcas hasta ver Bolulla. Como esta excursión ya estaba hecha sabemos la dirección a tomar, porque las indicaciones brillan por su ausencia. Seguimos entre huertos de nísperos, aguacates en flor, limoneros, naranjos y cruzamos un cauce a la otra orilla y desde allí a la derecha como nos indica un cartel (pone Blanquinal). Después de unos metros llegamos a una carretera asfaltada donde no hay señales. Hay que ir a la izquierda. Después de un kilometro aproximadamente sale una senda señalada con un hito a la derecha. Es un sendero precioso con escalones. Estamos rodeados de hierba, flores.. Pasamos al lado de unas casas rehabilitadas, con unas vistas magníficas a la costa, al Bernia y al Puig Campana. Impresionante. En pocos metros llegamos al collado del Castellet. La otra vez seguimos rectos, pero hoy vamos de aventura a buscar el sendero más recto a la cima y en un hito torcemos a la izquierda. En apenas cien metros observamos las ruinas del castillo. Seguimos por el barranco por una senda señalada con hitos, con unas vistas preciosas hacia la Xorta que nos hace pensar que llegaremos en poco tiempo, pero la senda nos conduce casi paralelos hasta tropezar con el PR 151 que nos lleva a Els Arcs. Subimos por la carretera hasta la la Font de Teixos y ascendemos hasta la cima de la Aixortá a comer. Se nos ha hecho un poco tarde con las dudas de la senda, pero la jornada es muy larga y hace un día fabuloso para andar, medio nublado. El almuerzo y las vistas nos recuperan del esfuerzo y bajamos al collado, pero nos dirigimos a la derecha, al Morro Blau, con unas panorámicas maravillosas. De allí a buscar un camino que nos lleve más recto a nuestro destino, bajando a mano derecha, a 50 metros, vemos un hito para bajar la sierra y vamos poco a poco descendiendo sin ningún peligro, y con muchos hitos, por lo que parece ser el Barranc del Negre. En un momento dado perdemos la señal pero nos encaminamos hacia unos almendros y de allí salimos a un camino que está señalado con marcas blancas y rojas, un GR???. No cabíamos en si de alegría, que bien. Seguimos el camino salpicado de señales que baja vertiginosamente por el Barranc de les Pomeretes y llegamos a un camino asfaltado donde no hay señales. A mano izquierda hay una valla cerrada, y bajamos por la carreterita hacia la derecha, sin saber muy bien a donde, pero creemos que nos llevara al pueblo, que en este momento no está a la vista. Aparecemos al lado del Instituto, un circulo perfecto e improvisado.
Salimos de Elche, alrededor de las 11 horas llegamos a Zahara de la Sierra. (Hemos reservado 2 rutas en la sierra de Grazalema).
Seguimos la carretera 3 kilómetros en dirección a el Bosque y a mano derecha está el parking de la ruta de la Garganta Verde y la vigilante para recoger el pase. La ruta comienza en llano, entre praderas, flores, árboles, pero pronto comienza a descender vertiginosamente hacia un barranco cerrado. Después de media hora sin parar llegamos al cauce del río sin agua, con piedras enormes y en cerca de 1 hora se llega a la cueva, con estalagmitas y estalácticas, que está continuamente sudando agua. Las paredes con los rayos del sol que se filtran son de color rosado y las estalagmitas adquieren tonos arcillosos. Bajamos un poco más por el cauce para ver si haygente con cuerdas practicando barranquismo, pero a pesar de que se oyen voces, no conseguimos ver a nadie. Nos refrescamos un poco y nos enfrentamos a la subida. Con razón a algunos los veíamos asfixiados cuando en nuestra bajada: Poco a poco, entre algún escalón tallado en la roca desandamos nuestro camino y llegamos al parking.
Como son las 2 y pico y hemos almorzado decidimos ir a hacer la otra ruta: La ruta de los Llanos al Reves. Está en la misma carretera, a unos dos kilómetros. Aparcamos de nuevo al lado del cartel y nos ponemos a andar por la pista cómoda que va llaneando entre quejigos, alcornoques, madroños, pinsapos, … después de un recorrido de 1 hora aproximadamente, llegamos a la llanada y allí reponemos fuerzas antes de subir por un sendero habilitado con barandillas que te lleva por la senda del Pinsapar. Ascendemos poco a poco entre la sombría de los árboles, admirando los colores y el tamaño de algunos ejemplares centenarios.
Hacia las 7 regresamos al coche y nos encaminamos aSanLucar de Barrameda. Ducha, tapas con manzanilla y mañana será otro día.
Día 9/05/1/2010
Amanece un poco nublado. Vamos al Barrio Bajo de Guia donde está el barco que nos subirá unos trece kilómetros hacia el Parque de Doñana por el río Guadalquivir. Nos hemos acordado de los prismáticos, aunque se pueden alquilar en el barco. Éste va subiendo por el Guadalquivir, primero por su orilla derecha, donde hay muchos pinos, se ve alguna garza, flamencos a montones, caballos, vacas ynos deja en las Salinas en la orilla izquierda, donde podemos apreciar montones de sal. En los lagos que se forman hay garzas. Después de una explicación muy interesante sobre la anidación de flamencos en la Laguna de la Fuente de Piedra (Antequera), porque aquí los jabalíes se comen nos huevos, volvemos a embarcar y nos bajan en la orilla opuesta donde hay una reproducción de las casas o chozas antiguas, para que podamos apreciar como vivían los lugareños hace unos años. De allí vamos a un mirador donde podemos ver unos gamos. Volvemos y entre vuelos de gaviotas y milanos llegamos a la meta. Comer en Sanlucar es toda una experiencia. No dejéis de probar las acedias ni las urtas si vais por allí, sin olvidar los langostinos, lógicamente.
A la tarde para Cadiz. Uno lo pasa mal con el Elche de su vida, que pierde en el Carranza, pero una vuelta por la ciudad y regreso por la playa de la Victoria es inolvidable.
