Participantes: Valero, Maribel, Patro, Jose, Carolina, Vicente, Yolanda, José Ramón, Lourdes y Julián
Descripción del recorrido:
Al llegar a Beneixama, no dirigimos a la ermita San Isidro. Hay que tomar la carretera que lleva a Fontanars. Está en el kilómetro 2,6 kilometros de dicha vía y existe una zona de aparcamiento, que está situada en el pie de la loma, en el lado izquierdo de la carretera. Cuando llegamos, sobre la ocho de la mañana, la niebla es espesa, aunque el sol terminará imponiéndose a medida que ascendamos hacia el Albergue de Rita. El mar de nubes en el valle es precioso y las “bilbaínas”, por aquello de echadas para adelante, Yolanda y Lourdes, van en mangas de camisa. Son de Bilbao, Bilbao…
Ermita de San Isidro - Albergue de Rita
Desde la entrada de la pista a la ermita, cruzamos la carretera CV-657 y caminamos por una pista de tierra, por un barranco señalizado con rayas blancas y amarillas, hasta localizar el primer poste del PR-CV-52, que nos señala la dirección hacia el Albergue de Rita. En el otro sentido se va hacia Beneixama, punto de comienzo del PR. Seguimos hasta llegar al Corral de Lluna y optamos por subir por la Senda dels Avions, también se puede hacer por la del Pontal. El sendero termina en una pista en la zona alta de la sierra, por la que llegamos al Albergue de Rita. Allí nos encontramos con unos murcianos, (No serán los los últimos), una pareja con un niño, con dos perros, que se encuentran en el refugio. Ha llegado en coche.
Albergue de Rita - Font de la Duenya
Continuamos por la pista hasta localizar a mano derecha otro sendero (senda de la Mollonera) que baja por el barranc del Xarc Blanc hasta la confluencia con el barranc del Teix (señalizado) Un tramo precioso con puente de madera incluido. Desde allí, el sendero se aparta a mano izquierda del barranco principal para subir hasta la Font de la Duenya. Parada para tomar agua y frutos secos, hacer unas fotos y ver cómo un grupo pasa haciendo footing. Alguna se deja el bastón y allí está José Ramón ojo avizor.
Font de la Duenya - Font dels Gamellons
Salimos del área recreativa de la fuente por un sendero señalizado como la senda dels Enginyers (SL-V-19) que remonta la loma a la izquierda. El sendero cruza una pista, y ya en la provincia de Valencia, pasa por los restos de la Cava del Grifo, cruza otra pista y acaba bajando hasta la Casa dels Enginyers (También llamada de Gamellons) con un cartel general de la ruta. Allí paramos a comer y nos encontramos con otros murcianos, pero esto los trae José Ramón y son comestibles. Muy ricos, por cierto. Un postre exquisito. Desde la casa, todavía bajamos un poco más, por sendero, hasta el cauce del barranco, para llegar al área recreativa de la font dels Gamellons.
Font dels Gamellons - Refugio Castelló
De la Font dels Gamellons, volvemos a subir a la casa, esta vez por pista, y seguimos por el sendero señalizado hacia el refugio de Castelló. La ruta pasa por la senda del Remallar, un sendero colgado sobre el barranc de les Olles que nos conduce hasta el refugio Castelló, en la rambla de Banyeres, de vuelta en la provincia de Alicante. Junto al refugio hay un cartel general de la ruta. El refugio es precioso y el grupo de la petaca siempre lo ha denominado como la “casita de chocolate”.
Refugio de Castelló - Refugio del Blanquinal Desde el refugio, continuamos por la senda del Toll Vell. Caminamos por la pista de salida del refugio hasta otra pista principal, y allí, nos desviamos a la izquierda por la senda que sube por el barranco hasta la Caseta de Cazadores, el alto de la Ascensión (1009) ( y las ruinas del refugio del Blanquinal, quemado en 2007. Todavía queda en pie una torre de observación de madera junto a las ruinas del refugio, una mesas y sus banquetas gigantes. Carolina, Maribel, Vicente y el valiente de Patro suben arriba de la torre. Parte del barranco del Toll Vell y la loma del Blanquinal están incluidos en una microrreserva de flora.
Refugio del Blanquinal - Ermita de San Isidro A partir de aquí, el sendero pasa por el alto dels tres Pinets (1016 metros) y desciende por la senda del Blanquinal de regreso a la ermita de San Isidro. Los almendros en flor están preciosos y nos encontramos abajo con un amplio número de senderistas que tras se preguntados por Valero si era amigos o enemigos, contestan que amigos ya que van todos juntos.
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