ENTRE BARRANCOS
Día: 20/03/2010
Participantes: Amanda, Antonio, José Ramón, Vicente, Julián y Lourdes
Tiempo estimado: 6 horas
RUTA
La ruta comienza en la carretera que va de Polop-Benimantell (por arriba). Aunque estaba cerrada seguimos aproximadamente 5 kilometros, para dejar el coche al lado de una valla con hierros naranjas que han puesto muy recientemente.
Desde allí es la salida hasta una casona, con aspecto de abandonada, se sube siguiendo unas cintas blancas y rojas de alguna carrera de montaña y en apenas un cuarto de hora llegamos a una carretera asfaltada, vamos a la izquierda cruzando un arroyo de agua que creemos vendrá del barranco del Salt, y cogemos el desvío hacia la derecha. Nuestro camino se orienta viendo las peñas a las que nos dirigimos, los almendros han perdido casi todos la flor y están verdes claros, la hierba es abundante y se van observando algunas flores. Poco a poco llegamos a la señal donde nos bifurcamos a la derecha para acceder a los farallones que nos rodean, otra desviación hacia la derecha y en apenas unos minutos llegamos al Racó de Tovaines, donde vamos hacia la derecha siguiendo unos hitos que nos llevan al collado del Contador (PRV de Sella a Benimantell) y torcemos hacia la izquierda siguiendo el sendero del Barranco de l’Arc. En apenas unos 10 minutos llegamos a un hito a mano izquierda que nos desvía, pasamos por unas casas rehabilitadas con sus aljibes de agua y seguimos ya casi llaneando hasta llegar al cruce del PRV que nos llevaría de nuevo al barranco de l’Arc, hacia la derecha y un Café Bar Sirventa, que han inaugurado recientemente. Pero nos dirigimos rectos a una roca que tenemos prevista para reponer fuerzas, desde donde las vista son impresionantes: el Puig Campaña, Els Castellets de Orcheta. A pesar de que el día está un poco nublado el sitio es espectacular.
Una vez almorzados bajamos hacia la izquierda por un paso de mulas en zigzag, que está un poco estropeado por las lluvias, pero que vence en desnivel con la escalera de caracol que nos ofrece. Pasamos un aljibe que está a rebosar y salimos al camino que tomamos de nuevo a la izquierda. Este camino es ya ancho y nos lleva entre pinos, una casa de budistas donde nos tropezamos con 4 muchachos, que están recogiendo ramas de las que han caído este invierno. Menudo sitio mas maravilloso para vivir. En sus casas hay carteles de prohibido el paso, privado, pero ellos nos saludan muy simpáticos.
Continuamos unos dos kilómetros y llegamos a una casa rehabilitada inmensa, tiene hasta un helipuerto al lado. Seguimos dirección a la casa del salt que esta en ruinas y nos desviamos a mano izquierda, apenas 10 minutos, para descubrir una fuente fresquísima y un aljibe a su lado.
Volvemos al camino y ya en zigzag y para abajo llegamos a la cascada, que va derramando agua y desde allí rodeados de inmensas rocas volvemos hasta el cruce de inicio, y bajamos hasta los coches.
Desde allí es la salida hasta una casona, con aspecto de abandonada, se sube siguiendo unas cintas blancas y rojas de alguna carrera de montaña y en apenas un cuarto de hora llegamos a una carretera asfaltada, vamos a la izquierda cruzando un arroyo de agua que creemos vendrá del barranco del Salt, y cogemos el desvío hacia la derecha. Nuestro camino se orienta viendo las peñas a las que nos dirigimos, los almendros han perdido casi todos la flor y están verdes claros, la hierba es abundante y se van observando algunas flores. Poco a poco llegamos a la señal donde nos bifurcamos a la derecha para acceder a los farallones que nos rodean, otra desviación hacia la derecha y en apenas unos minutos llegamos al Racó de Tovaines, donde vamos hacia la derecha siguiendo unos hitos que nos llevan al collado del Contador (PRV de Sella a Benimantell) y torcemos hacia la izquierda siguiendo el sendero del Barranco de l’Arc. En apenas unos 10 minutos llegamos a un hito a mano izquierda que nos desvía, pasamos por unas casas rehabilitadas con sus aljibes de agua y seguimos ya casi llaneando hasta llegar al cruce del PRV que nos llevaría de nuevo al barranco de l’Arc, hacia la derecha y un Café Bar Sirventa, que han inaugurado recientemente. Pero nos dirigimos rectos a una roca que tenemos prevista para reponer fuerzas, desde donde las vista son impresionantes: el Puig Campaña, Els Castellets de Orcheta. A pesar de que el día está un poco nublado el sitio es espectacular.
Una vez almorzados bajamos hacia la izquierda por un paso de mulas en zigzag, que está un poco estropeado por las lluvias, pero que vence en desnivel con la escalera de caracol que nos ofrece. Pasamos un aljibe que está a rebosar y salimos al camino que tomamos de nuevo a la izquierda. Este camino es ya ancho y nos lleva entre pinos, una casa de budistas donde nos tropezamos con 4 muchachos, que están recogiendo ramas de las que han caído este invierno. Menudo sitio mas maravilloso para vivir. En sus casas hay carteles de prohibido el paso, privado, pero ellos nos saludan muy simpáticos.
Continuamos unos dos kilómetros y llegamos a una casa rehabilitada inmensa, tiene hasta un helipuerto al lado. Seguimos dirección a la casa del salt que esta en ruinas y nos desviamos a mano izquierda, apenas 10 minutos, para descubrir una fuente fresquísima y un aljibe a su lado.
Volvemos al camino y ya en zigzag y para abajo llegamos a la cascada, que va derramando agua y desde allí rodeados de inmensas rocas volvemos hasta el cruce de inicio, y bajamos hasta los coches.
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