miércoles, 28 de octubre de 2009

LA ALPUJARRA ALICANTINA







BENIALI-L' ASSAFOR-L'ORXA-ALPATRÒ-BENIALI

Día: 24/10/2009

Participantes: Julián y Lourdes.

Tiempo: Casi 9 horas.

Ruta:

Era una espina que alguna tenía clavada desde hace tiempo: acabar el PRV 43 que va de Benialí a La Safor. Por fin llegó el día y madrugamos porque llegar al Valle de la Gallinera en coche ya es una tarea larga. A las ocho y media comenzamos la ruta, con un día que ya amenaza calor. No había nubes y el cielo estaba claro y despejado.

Viniendo de Pego, se coge la primera calle de Benialí hacia abajo buscando un puente, donde ya nos alegra ver marcas blancas y amarillas. Se sigue a mano izquierda y siguiendo señales pasamos dos casas hasta encontrar en medio kilometro el desvío hacia la derecha. Al lado de unas tuberías sube la senda. Vamos ascendiendo por las marcas con unas vistas a todo el Valle de la Gallinera, el Miserat y en el castillo de Benissili, donde brillan los hierros tan feos que le han añadido, ¿para arreglarlo? También en dirección norte se aprecia la Safor y la espalda de su circo, que en este momento parece una meta inalcanzable, porque no sabemos ni tiempos, ni distancias.

Atravesamos al lado de una casa en ruinas, subimos la Loma y seguimos hasta llegar a otra casa rehabilitada y desde allí a una llanura con un pozo y un campo de almendros, con una pista de tierra y la indicación de torcer hacia la izquierda. Parece sencillo, pero cuesta lo suyo, ya que al principio la senda se pierde y las señales también. Es el pago que hay que hacer a la aventura. No está muy transitada esa parte de la ruta.

Seguimos hasta dar con la carretera: a la izquierda a Lorcha y a la derecha a Villalonga. Vamos a la derecha y en apenas medio kilómetro nos desviamos hacia la izquierda. Después de dudas, por la mala señalización, nos dirigimos hacia unas preciosas carrascas. Avanzamos en dirección a La Safor obviando un cartel pequeño que decía: ”Precaución caza de jabalíes”. Al cabo de 5 minutos oímos unos ladridos de perros y mirando hacia abajo vemos unos 4 x 4 con cazadores. Aceleramos el paso y nos alegramos de que hayan llegado más tarde que nosotros, de lo contrario, igual no hubiéramos podido seguir adelante. Es una senda que está muy bien marcada y muy limpia (se han molestado en quitar los arbustos y espinos) y donde el sol aprieta lo que nos hace parar a beber agua y observar los valles que nos circundan. Al final llegamos a La Safor. Nuestro primer objetivo está cumplido.

Tres horas hemos tardado en llegar a la cima, el día esta despejado y hay unas vistas espectaculares. Nos sacamos fotos y emprendemos el camino a la cava, donde volvemos a sacarnos fotos, en esta ocasión del circo. Está precioso. Cuando vamos a bajar hacia la Font del Olbis aparecen 4 ó 5 cazadores con una docena de perros que nos avisan que en esa dirección hay 20 escopetas apostadas. Nos recomiendan que esperemos 1 hora para continuar. Por no parar y ante el peligro decidimos bajar por la cara norte, cruzamos por la Finestra, y llegando al camino asfaltado dirección Lorcha lo tomamos hacia la izquierda ( esta parte no la habíamos recorrido nunca pero no merece la pena estos kilómetros de pista asfaltada). No entramos a la Font de Olbis y un kilómetro más adelante cogemos el camino de la izquierda. Llegamos al desvío a la izquierda a la Font de Bassiets , y continuamos por la derecha por todo el desfiladero entre rocas, primero, por un camino asfaltado y finalmente por una senda preciosa, pasando por la cueva de Gorigori, que queda en lo alto y no sé si tendrá pinturas rupestres, porque tiene unas vallas delante de ella. Casi sin querer llegas a Lorcha. Nuestra ruta, por culpa de los cazadores, se ha alargado casi una hora. Comemos en el restaurante Txitxarra.

Tenemos idea de coger una senda de nuevo hacia el valle de Gallinera, pero no sabe la gente indicarnos más que una pista asfaltada que al final es la que tomamos. Al principio, cuesta arriba, se hace un poco pesada, pero volvemos a acostumbrarnos a subir y poco a poco alcanzamos la meseta y el camino se hace llevadero. Nos encontramos un montón de sapos fosilizados que han sido aplastados por los coches, varios tapacubos y la documentación de la moto de un muchacho de Beniarrés. Vemos coches al lado de la carretera y de los caminos donde da la impresión de que tiene que haber setas, nos da envidia pero no tenemos tiempo.

Llegamos al cruce: a la izquierda Villalonga a la derecha Alpatrò, Nos dirigimos hacia el Valle de la Gallinera y en apenas 3 km. estamos rodeados de cerezos, pero sin fruta. Una vez en el valle, por el sendero local de los 8 pueblos de la Gallinera llegamos a nuestra meta. Cerveza fresca y a devolver los papeles al motorista y vuelta a casa con la alegría de que la aventura cuesta más, pero con la gran satisfacción de encontrar los caminos que si no pateas nunca conocerás.

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